Esta semana se está disputando en Argentina el Mundial de
Menores o como allí dicen el IX Mundial Juvenil de Pádel y hasta allí se han
ido 4 chicos (3 chicas y 1 chica) que todos conocemos de aquí de Asturias.
No nos engañemos, esto ni es Mundial ni es nada. Yo entiendo
por Campeonato del Mundo un Torneo donde se den cita las mejores parejas y
selecciones del mundo no una pareja de “bartolinos” (con todo mi respeto para
ellos) o de chicos y chicas que no tienen ni idea de jugar. ¿Qué hacen unos
chicos americanos jugando a 3000 kilómetros de casa? Yo me pongo en la piel de
los padres de los jugadores y es que se me cae la cara de vergüenza porque como
es lógico, no es muy descabellado pensar que a estos niños les llevan de
excursión a Buenos Aires a gastos pagados y a mesa puesta, sino es totalmente
incomprensible. Hablo de los americanos pero imagino que los mexicanos,
paraguayos y demás serán más o menos similares.
Celebrar los triunfos de los jugadores asturianos y
españoles a día miércoles, en las fases previas contra unos auténticos
paquetes, desconocidos de países sin ninguna tradición ya me parece
absolutamente descorazonador. Alegrémonos el sábado o el domingo cuando sean
campeones porque será en ese momento cuando ganen a parejas de su mismo nivel y
sean realmente grandes, pero ganar a dos parejas de gringos por 6-0 6-0 es
cuando menos pretendible y normal. Ganar a dos locales que en el tie break
falla una volea a un metro de la red que no la falla ni mi amigo Kike Méndez (;-))
y que en el punto posterior se pega una “hostia” contra el suelo se ha
magnificado ya desde el martes… ¿qué no pasará el domingo?
En nuestro deporte creo que se nos llena la boca al decir “Mundial
de Pádel” o “lo mejor del mundo”. Seamos un poco serios y coherentes. Somos un
deporte joven y que solamente se juega en un puñado de países y que no digamos
que porque haya una pista más o menos reglamentaria en Minsk, Gdansk o Vilnius,
se juega al pádel en Bielorrusia, Polonia o Lituania porque no es así.
Aprovecho aquí para meter la tontería que he leído alguna vez sobre pedir
olimpismo para el pádel … vamos, un poco de coherencia.
Todo lo que hemos leído sobre la presente competición está
siendo un poco confusa. España lleva dos selecciones en cada categoría
(Masculina y Femenina), hay un seleccionador que es mi “instructor” Jon García
Ariño que ha decidido que 9 chicas y 9 chicos formen parte de esos equipos que
a su vez juegan, aparte del Open, el campeonato de naciones contra Argentina…
Sí, contra Argentina … no digo más, no quiero volver a párrafos anteriores. En
esa selección, Asturias, ha tenido el enorme mérito de meter a 3 chicas, una en
cada categoría y que ninguna otra región tiene tantas representantes en el
equipo nacional junto a jugadoras que ya han llegado a semis de un torneo WPT
aunque diga que el único programa de radio de pádel sea el de la radio del
periódico y otras reconocidas deportistas. Aquí nadie ha dicho que en la
selección masculina no hemos metido a nadie y que el único que está jugando lo
hace en la modalidad Open.
Pues esta es la verdadera realidad. A los jugadores
españoles, lo mínimo que les podemos pedir es que queden campeones. En el 2011
en Melilla copamos, como no puede ser de otra manera, todos los títulos de esta
misma competición, solo Di Nenno y Stupaczuk se llevaron el cuadro Open cadete masculino.
En esta ocasión así tiene que ser salvo que … “sucedan cosas” … el cemento
favorece a los argentinos … no digo más, pero… el cemento está para las dos
parejas.
Buena suerte para todos en este torneo al otro lado del
charco y que el nivel de flipación sea un poco menor… es lo que tiene el mundo
2.0 pero… “un poquito de por favor”
